Todos los animales tienen su voz. ¿Y la jirafa? La jirafa no tiene voz. ¡Y la pequeña jirafa, menos! Pero la jirafa tiene un cuello muy largo... Tan largo que, con él, puede acariciar a su jirafita.
El contacto físico como muestra de afecto es imprescindible para el desarrollo emocional de los pequeños: les da seguridad, favorece su autoestima y mejora la confianza en sí mismos y también en los demás. En este aspecto, incide este álbum; en la comunicación de emociones y sentimientos sin tener que recurrir a las palabras.